
En el mes dedicado a madres y abuelas hay un obsequio que no puede faltar: apoyarlas para que se apliquen las dosis contra el COVID – 19, especialmente a las abuelas, y que en casa rompamos la cadena de mitos frente a la vacunación.
Una de las primeras observaciones que hicieron los especialistas en salud es que el virus afecta a personas mayores debido a que por su edad el sistema inmunológico ya presenta desgaste, no solo por el paso del tiempo, sino también por la presencia de enfermedades de base como la hipertensión, diabetes, EPOC, entre otras
De allí que la mayoría de campañas se enfocó en proteger a esta población a la que, además, también se priorizó en los planes de vacunación. Pero a la par con la divulgación de esos mensajes, se escucharon mitos sobre posibles efectos adversos para las mujeres mayores.
“Las vacunas no generan complicaciones de salud en adultos mayores”, recalca Carlos Andrés Rodríguez, médico farmacólogo y profesor titular del Departamento de Farmacología y Toxicología de la Universidad de Antioquia. De hecho, destaca que este grupo poblacional se caracteriza por no manifestar incomodidad tras la aplicación de alguna dosis.
Dice Rodríguez “las molestias en el sitio de aplicación o síntomas como malestar o dolores musculares son menos frecuentes e intensas en personas mayores”.
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Los datos de contagio publicados por el Instituto Nacional de Salud, con corte al 8 de mayo, indican que en Colombia 1.548.795 mujeres han dado positivo desde el inicio de la pandemia, 112.054 casos más con respecto a los hombres. Para frenar esa velocidad de contagio es clave continuar con el uso de tapabocas, lavado de manos, distanciamiento social y vacunarse.
“Hay que explicarles a nuestras abuelas que, si no se vacunan, los riesgos de sufrir el COVID - 19 y presentar complicaciones son muchísimos más altos, especialmente por su edad avanzada y por las otras enfermedades que puedan tener”, sostiene Rodríguez.
Una de las etapas de la vida que más marca a las mujeres es la menopausia y sus síntomas también han sido protagonistas en uno de los mitos de la vacunación para las mujeres que ya han superado este ciclo natural.
El doctor Rodríguez aclara que no es cierto que la aplicación de una de las dosis contra COVID – 19 haga retornar las manifestaciones experimentadas en la menopausia como la sudoración o los sofocos, entre otros.
“Tampoco acelera el proceso de envejecimiento, lo único que hace es disminuir el riesgo de desarrollar cuadros complejos de COVID - 19. Tampoco hay ninguna evidencia de que las vacunas puedan causar pérdida del cabello”, concluye el especialista.
Alentar a madres y abuelas a que tengan un mejor blindaje contra el COVID – 19 recibiendo la vacuna es un magnífico regalo ya que así les demostramos que nos interesa su salud y bienestar, pero también es clave que nos vacunemos para que entre todos nos protejamos.