
Desde que inició la pandemia, Colombia suma más de cuatro meses en aislamiento preventivo, es decir, las actividades cotidianas cambiaron y se está generando una ‘nueva normalidad’, que no solo afecta a los mayores de edad, también incide en las actitudes y comportamientos de los niños.
Según información del Ministerio de Salud y Protección Social, y en declaraciones de Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles del ente gubernamental, el aislamiento preventivo puede generar reacciones relacionadas con el temor a perder la vida, desesperanza y, en poblaciones infantiles, altos índices de ansiedad y depresión.
Cabe resaltar que estos dos últimos trastornos, si no se tratan con especialistas y a tiempo, pueden llegar a causar consecuencias irreparables como la muerte, a causa de los suicidios.
A partir de lo anterior, es necesario prestar suma atención a la salud mental de los niños y adolescentes, con el fin de ayudarlos a superar situaciones como las que vivimos actualmente y las que se puedan presentar en cualquier momento de sus vidas.
Por este motivo, consultamos al doctor Juan David Palacio, médico psiquiatra, subespecialista en psiquiatría infantil e integrante de la Facultad de Medicina en la Universidad de Antioquia, para tener herramientas que ayuden al acompañamiento y reactivación de los menores de edad.
¿Qué repercusiones, tanto físicas como mentales, puede causar el miedo y/o la ansiedad en los niños?
Las manifestaciones de la ansiedad de los niños se pueden evidenciar con gastritis, dolores de cabeza, problemas musculares y dificultades para respirar.
A nivel mental, estar expuesto a una ansiedad crónica puede generar cuadros depresivos y el consumo sustancia psicoactivas. Además, en periodos cruciales de desarrollo causaría dificultades en la estructuración de la personalidad, las interacciones sociales y finalmente, podríamos decir que puede afectar el rendimiento académico, la atención y concentración.
Es fundamental que los niños tengan rutinas, un orden del día, con horarios establecidos, en los cuales se incluyan momentos de descanso, espacios para compartir en familia.
También es muy importante tener los mismos horarios para despertarse y para acostarse. De igual manera, debe presentarse una disciplina en ciertas actividades que puedan hacerse bien sea de manera individual o en familia y que incluyan ejercicio físico.
Los padres deben reforzar mucho todos los mensajes que se están dando a nivel social y también desde los planteles educativos, por ejemplo: cómo se va a dar el regreso al colegio con todas las medidas de bioseguridad.
También, se debe tener muy en cuenta que los niños no están acostumbrados a este tipo de medidas, sobre todo los menores, por lo tanto es fundamental enfatizar bastante en las prácticas de bioseguridad como el lavado de manos, el uso de tapabocas, viseras y demás elementos de protección.
Por otra parte, para promover la reactivación social de los niños y adolescentes es fundamental que los papás fomenten reuniones virtuales con el fin de generar cercanía con sus amigos y compañeros, mientras se dan los acercamientos presenciales.
En adición a las recomendaciones del Dr. Palacio, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos señalan la importancia del acompañamiento de los padres y su supervisión a la hora de notar cambios en los comportamientos de los niños, con el objetivo de asesorarse de especialistas que puedan tratar al menor.
Además, una buena alimentación, ofrecerles seguridad, suficientes horas de sueño y apoyo constante también hacen que los niños dejen de lado la ansiedad y miedos constantes.
Recordemos que los niños perciben el mundo de otra manera, por lo tanto, es vital que se les explique de manera lúdica su entorno y reconozcan las razones por las cuales estamos en emergencia sanitaria.