
La película colombiana El olvido que seremos, basada en el libro del mismo nombre y escrito por Héctor Abad Faciolince, se ha convertido en una de las cintas más ganadoras de los últimos años. Su director, el español Fernando Trueba, es reconocido no solo por su calidez y profesionalismo, sino por un rasgo de su personalidad: el estrabismo en su ojo derecho.
A quienes padecen esta patología popularmente se les dice bizcos y en muchas ocasiones, hay que decirlo, el tema es motivo de burlas y matoneo. Este trastorno visual se caracteriza porque no hay una única alineación en la mirada. Mientras un ojo apunta a la derecha, el otro lo hace hacia arriba, hacia adentro, a la izquierda o abajo.
En vídeo: no permitas que los rumores sean más peligrosos que el virus.
Esto, de acuerdo con estudios científicos, causa que la persona pierda la percepción de profundidad. “El estrabismo no tratado puede llevar a visión doble, a miopía o síntomas visuales que puedan interferir en el buen desempeño de la lectura o el aprendizaje escolar”, dice la doctora María Castilla, médico especialista de NUEVA EPS.
Aunque una simple observación basta para determinar si alguien padece estrabismo, la consulta con un optómetra es la indicada para evaluar la motricidad del ojo. Por eso, NUEVA EPS te invita a agendar tu cita para que tu salud visual y la de tu familia sea una prioridad para tu bienestar.
El estrabismo es la incapacidad de los ojos para mantener una alineación correcta y funcionar como un equipo.
Al igual que Trueba, personajes como la exprimera Dama de Estados Unidos, Michelle Obama, o la actriz Lucy Liu también fueron diagnosticadas con estrabismo. En ninguno de los dos casos eso constituyó un impedimento para que triunfaran en sus respectivas carreras.
Esto te interesa: los derechos de las personas en el programa de atención en salud mental.
“Esto equivale a decir que en la mayoría de los casos, no tiene cura. El único tratamiento eficaz pasa a ser lo que es la cirugía del estrabismo”, explica la doctora Castilla. Sin embargo, es probable que el paciente tenga que someterse a dos o más procedimientos de esta naturaleza para que el cirujano afloje, tense o mueva los músculos oculares para que los ojos se alineen correctamente y funcionen como equipo.