
Aunque epistaxis suena a una condición de salud poco estudiada y para lo que no hay cura alguna, no lo es. Esto, por el contrario, es más frecuente de lo que parece y es lo que comúnmente denominamos ‘se me vino la sangre’. Así es. La epistaxis es el sangrado nasal.
Ahora bien, ¿por qué se produce esto? Las causas varían desde un cambio de temperatura hasta un golpe. En alguno de estos casos, nos explica el doctor Edwin Gómez, de NUEVA EPS, puede tener un tratamiento en casa.
“Vamos a pedirle a la persona que vaya al baño y agache ligeramente la cabeza sobre el sanitario y que deje sangrar la nariz por espacio de 10 a 20 segundos. Posterior a ello, le pedimos que oprima externamente con el dedo índice la fosa que está sangrando y que esa acción se extienda de tres a cinco minutos”, describe Gómez.
Al finalizar ese lapso se debe verificar si el sangrado sigue, en caso de que se mantenga hay que repetir la presión hasta que finalice la hemorragia.
Sonarse la nariz después de que haya pasado el sangrado no es una opción, porque la hemorragia puede volver por la fuerza que se hace.
En los eventos que estén relacionados con enfermedades como rinitis aguda o problemas de coagulación se requiere la intervención de un médico o especialista. En NUEVA EPS reiteramos que en estos casos es importante que se pida cita para que tener una valoración de profesionales que entregarán un dictamen acertado.
El sangrado de la nariz de manera frecuente es uno de los síntomas por los cuales se sospecha que la persona padece rinitis o tiene alteraciones de la coagulación. Ambos casos son considerados de estudio para determinar las razones de estas hemorragias.
“Es normal que hay otras alteraciones, como la inflamación de os vasos sanguíneos de la nariz o la ruptura de estos que ya requerirán de un procedimiento practicado por un especialista”, concluye Gómez.