
Todos los ocho de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, fecha en la que se honra la presencia de todas y cada una de las mujeres que nos rodean. Una de las mejores formas de hacerlo es cuidar su salud, realizarse periódicamente los chequeos y exámenes médicos correspondientes y estar siempre alerta a los signos que podrían permitir identificar afecciones.
En nuestro blog de hoy, queremos brindarles las herramientas y tips adecuados para prevenir y manejar cuatro (4) de las enfermedades más comunes en las mujeres:
Con el objetivo de sensibilizar a las personas sobre la importancia y funciones que los riñones tienen en el organismo, cada segundo jueves del mes de marzo, se conmemora a nivel mundial el día del riñón, a celebrarse este año el 11 de marzo.
Los riñones son los encargados de filtrar la sangre, eliminar desechos y excesos de agua a través de la orina, manteniendo el organismo libre de toxinas, del ácido que producen algunas células del cuerpo y conservando el equilibrio saludable de agua, sales y algunos minerales como el sodio, el calcio, fósforo y potasio en la sangre para que los nervios, músculos y tejidos del cuerpo funcionen normalmente.
Las infecciones urinarias son más comunes en mujeres que en hombres, debido a que su aparato urinario es más corto y se encuentra más expuesto a las condiciones del ambiente.
Cabe señalar que estas se pueden producir en cualquier parte del sistema urinario: en los riñones, conocida como pielonefritis aguda con síntomas como dolor de espalda, fiebre alta y escalofríos; cistitis cuando se produce en la vejiga, generando molestias en la parte inferior del abdomen, ganas de orinar frecuentes y dolorosas, sangrado en la orina y en la uretra, conocida como uretritis con sensación de ardor al orinar.
“La infección urinaria es ocasionada por múltiples factores. En el caso de las mujeres la infección más frecuente es la cistitis, causada por una bacteria que llega a la vejiga y que genera dolor y molestia. Debe ser atendida a tiempo para que no se extienda a los riñones. Puede aparecer también como complicación de otra enfermedad y el tratamiento, depende de la causa de fondo”, resalta el doctor Juan Camilo Restrepo, urólogo de Viva 1A, IPS aliada de NUEVA EPS.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de mama y de cuello uterino son los de mayor incidencia en las mujeres, incluso, se prevé que para el 2030, si no se toman acciones de prevención, las mujeres diagnosticadas con estas enfermedades aumentarían en un 32%, ascendiendo a más de 5 millones de personas por año.
En Colombia, según cifras del Ministerio de Salud y Protección Social, el cáncer de cuello uterino es la principal causa de muerte por cáncer en las mujeres entre 30 y 59 años, contando con un agente presente en la mayoría de los casos que es el virus del papiloma humano (VPH), causante del 70% de los casos y lesiones precancerosas.
En cuanto al cáncer de mama, la cartera de salud lo identifica como la proliferación anormal y desordenada de células mamarias malignas que, con su crecimiento descontrolado, generan tumores dentro del seno y que puede llegar a invadir otros órganos.
Sus signos de alarma son la presencia de masas o bultos en senos o axilas, endurecimiento o hinchazón de las mamas, enrojecimiento o descamación, hundimiento del pezón o cambio en su posición, salida de secreción sin estar en periodo de lactancia, entre otros síntomas.
“Los factores de riesgo para el cáncer de mama son muy variados, incluyen hasta uso del tabaco, ingesta de alcohol, cargas genéticas, la obesidad o cambios en las cargas hormonales. Su diagnóstico ha mejorado, pero, su mortalidad sigue en aumento porque en muchos casos, es detectado en etapas tardías” menciona Paola Rovira, médico especialista de NUEVA EPS.
La debilidad en los huesos y la facilidad de sufrir fracturas ante caídas y movimientos repentinos son señales de alerta ante la osteoporosis. Cualquier leve tensión, por suave que sea, por ejemplo, toser, podría generar que el hueso se fraccione generando mucho dolor, especialmente en muñecas, cadera o columna vertebral.
En la gran mayoría de los casos, no hay síntomas que antecedan a la enfermedad hasta que ocurre la primera fricción de un hueso por la disminución de la masa ósea que se da de manera silencia y progresiva, por lo general, ante la disminución de calcio en el organismo: “el cuerpo necesita el calcio para mantener los huesos fuertes y llevar a cabo muchas funciones importantes.
En las mujeres, los niveles de calcio óptimo durante toda la vida pueden prevenir la osteoporosis. Desde la juventud, se debe aumentar la ingesta de comidas ricas en calcio para construir al máximo la cantidad del hueso y así, reducir la posibilidad de más adelante, padecer esta enfermedad” sustenta la doctora Margarita Villa, médico especialista de NUEVA EPS.
Generalmente, las personas relacionan la menopausia con la edad, la ausencia del periodo menstrual y todo lo que ello trae. El doctor Hermes Pérez, médico especialista de NUEVA EPS, señala que los principales síntomas que puede experimentar una mujer en este momento de su vida son el aumento de peso, dolores de cabeza, alteraciones y manchas en la piel, irritabilidad, tristeza, apatía, dificultad en la concentración y también, cambios en el flujo sanguíneo del cuello que generan los famosos “sofocos o calores de la menopausia con sudoración y palpitaciones en el pecho, ocasionados por los cambios hormonales de la mujer en ese momento”.
Siempre hay que tener en cuenta que, para todas estas enfermedades y dolencias, es importante tener hábitos saludables que prevengan los síntomas o ayuden a sobrellevarlos de la mejor manera.
En este sentido, es fundamental tener una dieta balanceada que incluya alimentos ricos en calcio como la leche, los mariscos, las verduras verdes y reducir el consumo de sal, azúcares, cafeína, licor, cigarrillo; actividad física de por lo menos, 20 o 30 minutos diarios al día, dormir adecuadamente entre 7 y 8 horas al día, hidratar el organismo bebiendo agua y por supuesto, seguir correctamente las indicaciones del médico tratante, realizarse el autoexamen de seno en casa para detectar cualquier anomalía, la mamografía y la citología en el tiempo que lo vea conveniente el profesional de la salud y estar al día con las vacunas, entre ellas, la tetravalente contra el VHP que se aplica principalmente desde los 9 hasta los 18 años.