
Si bien es cierto que los ojos del mundo están puestos en los síntomas, formas de contagio, variantes, medidas de bioseguridad, políticas para frenar la propagación, número de casos diarios y fallecimientos por COVID-19 en los distintos países, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido enfática en llamar la atención sobre el Síndrome postcovid-19 o Covid largo, que básicamente son los síntomas y signos clínicos que persisten en algunos pacientes luego de desarrollar esta grave enfermedad.2
Por lo general, los síntomas se superan totalmente tras cuatro semanas del inicio de su inicio, en promedio. Sin embargo, “un 10% de los pacientes sigue mostrando signos tres (3) meses después del contagio, haciendo importante que tengamos en cuenta indicios como los dolores musculares, articulares, cambios en el estado de la memoria, de ánimo, problemas en el sistema cardiovascular, en los pulmones, que persista la pérdida de olfato y gusto o que la recuperación sea muy leve y el principal de todos, la fatiga”, precisa el Doctor David Castro, médico especialista en medicina física y rehabilitación de la Universidad de Antioquia.
Cuando hablamos de fatiga, nos referimos al cansancio extremo que viene con la falta de atención en las actividades cotidianas y factores que pueden llegar a ser incluso incapacitantes, como los trastornos del sueño, la apnea obstructiva, desequilibrio en la salud mental, depresión, ansiedad, mareos que no mejoran cuando la persona duerme porque no está teniendo un sueño reparador y en ocasiones, la sintomatología incluso empeora cuando se está acostado. Es posible, que surjan malestares físicos como dolor de cabeza, garganta, agrandamiento de los ganglios linfáticos del cuello y las axilas, colón irritable.
Aunque no hay una causa certera de la fatiga crónica, esta puede desencadenase tanto por la infección que genera el COVID-19, como por el mismo estrés que produce la enfermedad. Tampoco, existe una prueba médica que diagnostique a un paciente con fatiga crónica, se necesita otros exámenes que permitan indagar por padecimientos asociados donde la fatiga, juega un papel importante.
De acuerdo con el doctor Castro, la recuperación de la fatiga es progresiva, “algunos pacientes pueden realizarla en casa aumentando regularmente las actividades que en la vida cotidiana hacen. Sin embargo, otras personas persisten con la sensación de cansancio extremo y debilidad, siendo necesario que participen en un programa especial de rehabilitación, orientado por su médico tratante y con ello, se determine si se necesita actividades precisas para reponerse a nivel cardiovascular y físico y así, que la persona pueda realizar sus tareas sin sentir asfixia”. El especialista comentó que lo más común, es que pacientes que no necesitaron Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para sobreponerse al coronavirus, puedan recuperarse con más facilidad de la fatiga que pacientes que si necesitaron este tipo de tratamientos.
Dentro de los mejores consejos que tenemos para manejar la fatiga postcovid, está el no permanecer mucho tiempo acostados en el día, es vital que comencemos a realizar caminatas primeramente en casa y luego en el barrio para que el cuerpo, poco a poco vaya acostumbrándose nuevamente a ejercitase y a estar activo:
“El ejercicio es la clave para que el paciente vuelva a estar como antes de la infección por Covid-19”, enfatiza el doctor Castro.
Otros consejos para tener en cuenta con el fin de poder reducir la fatiga, es que se tenga una buena higiene del sueño, donde la persona pueda descansar un mínimo de ocho (8) horas en la noche, acostarse y levantarse a la misma hora y con ello, regular el sistema inmunológico y emocional; tener hábitos de alimentación saludable reduciendo el consumo de grasas, azúcares y harinas y comenzar una dieta rica en alimentos nutritivos como por ejemplo, incluyendo dentro del desayuno una deliciosa porción de Kiwis que aporta vitamina C necesaria para subir defensas y controlar la anemia; durante el día, un puñado de nueces aporta vitamina B y ácido fólico, importantes para el funcionamiento del cerebro y en el almuerzo o cena, el pescado es buena fuente de Omega 3 para regular el colesterol, antidepresivo y ayuda a controlar la presión arterial.
Son también interesantes para combatir la fatiga, las actividades con respiración orientada como el yoga, el Thai-Chi, pilates, meditación que también, favorecen la absorción de vitamina D y permiten la conexión de bienestar emocional con ejercicio físico y, en la rutina diaria, hacer pausas activas y actividades de ocio que den tiempo de descanso sano.
Recuerde ante todo consultar al médico y seguir las recomendaciones que él indique para el proceso de recuperación, no minimizar la sensación de cansancio después de un episodio por coronavirus, cada uno reacciona diferente al virus y es totalmente normal y valido tener episodios de agotamiento extremo y apatía por ciertas actividades, lo importante es empezar a tiempo con la rehabilitación necesaria para recuperar la energía y el ánimo que se tenía antes de la pandemia.